Las becas Erasmus se quedan sin dinero
En el año 1987 comenzaron a concederse las primeras becas Erasmus, unas becas de intercambio de alumnos entre diversas universidades europeas que son uno de los símbolos de la integración europea.
Desde que se instaurara este tipo de becas, han sido miles los estudiantes que se han podido beneficiar de estas ayudas para continuar sus estudios en distintas universidades europeas; sin embargo, la crisis económica amenaza con dejar sin fondos este programa, según reconoció el portavoz comunitario de Presupuestos, Patrizio Fiorilli.
En este sentido, Fiorilli ha explicado que la mayor parte de las ayudas a los estudiantes para los meses comprendidos entre enero y septiembre ya se han cubierto, pero para lo que queda de año sólo se ha pagado el 70%. «No es una sorpresa que nos estemos quedando cortos de dinero, ya lo advertimos cuando se aprobaron los presupuestos para 2012», dijo el portavoz, añadiendo que hay otros programas de ayudas comunitarias que también andan escasos de fondos para completar el ejercicio presupuestario, según recoge la edición digital de El Mundo.
Según manifestó el eurodiputado Alain Lamassoure en la Comisión Europea, España podría perder hasta 900 millones de euros debido a las dificultades de Bruselas de reembolsar las ayudas ya pagadas por los estados miembros.
Desde su introducción, España es el país que más estudiantes ha recibido a pesar de ser uno de los países que menos fondos comunitarios recibe. Según cifras de la Comisión, durante el último curso España envió 36.183 estudiantes a otros países y recibió 37.432 estudiantes de otros países de la Unión Europea.
Para paliar este desfase presupuestario Bruselas va a presentar a finales de este mes una correción a las cuentas anuales que implicaría el desembolso de más fondos o la reutilización desde otros programas europeos.
Algunos países europeos reclaman una disminución de las cantidades aportadas para el presupuesto comunitario, lo que supondría un riesgo para algunas partidas importantes de la UE, como los fondos de cohesión o de convergencia, así como becas, que se verían sensiblemente reducidas en los próximos años.
Vía: El Mundo