Ayer se celebró un referendum en Suiza por el que volverá a limitar el derecho a la libertad de circulación de trabajadores de otros países europeos
Con un 50,4 % de los votos, lo que supone apenas 20.000 votos de diferencia, los ciudadanos suizos han decidido en referendum que se vuelva a limitar la libertad de circulación de ciudadanos de otros países de la Unión Europea que emigran en busca de un trabajo en dicho país.
Cuando la tasa de desempleo en Suiza apenas supera el 3%, el partido de extresma derecha Unión Democrática de Centro (UCD) ha promovido este referendum «Contra la migración en masa» para restablecer el principio de la preferencia por el trabajador nacional frente al extranjero, que en la actualidad se encontraba abolido para todos los trabajadores procedentes de alguno de los países de la Unión Europea.
Según el partido político, el aumento en el número de trabajadores extranjeros ha provocado el aumento de desempleados, que sacan provecho del sistema social y terminan viviendo de las subvenciones públicas.
Sin embargo, las cifras oficiales desmienten que este flujo de extranjeros haya tenido un impacto tan negativo en el mercado laboral suizo, ya que la tasa de paro aumentó tan solo un 0,3 % desde el año 2012 al 2013 (pasando de un 2,9% a un 3,2%). La tasa de paro entre los ciudadanos suizos supone un 2,2% y un 6% entre los extranjeros, siendo un 5,2% de éste entre los ciudadanos de la UE.
El resultado de este referendum obligará a la Unión Europea y a Suiza a renegociar el acuerdo bilateral firmado entre ambos país sobre la libre circulación de trabajadores, en vigor desde el año 2002, y que también fue aprobado por referendum por los ciudadanos suizos.
Pero las consecuencias pueden ir más allá de la mera renegociación de dicho acuerdo, ya que también pueden verse afectadas las relaciones económicas, comerciales y políticas, ya que la libertad de circulación forma parte de un «paquete» de acuerdos bilaterales firmados entre la Unión Europea y Suiza.